
08 Mar El vino y sus potentes antioxidantes naturales
NUESTRO CUERPO EN SÍ, REALMENTE ES QUÍMICA, y como tal, formado en última instancia por moléculas como el agua o átomos como el carbono. Veamos pues cómo el vino y sus potentes antioxidantes naturales nos pueden ayudar a cuidarlo.
Simplemente al respirar (las celulas degradan los alimentos que ingerimos), nuestro organismo ya produce radicales libres como el hidroxilo dentro de las células.
¿Contra quién actuan estos antioxidantes naturales?
Químicamente, los radicales libres son fragmentos moleculares que carecen de un electrón (partícula integrante de los átomos), o lo tienen desapareado y por ello son muy inestables. Para lograr estabilidad buscan un electrón en alguna parte de las células y éstas quedan oxidadas, dañadas.
Los radicales libres también se pueden producir por contaminantes, radiación, estrés, etc. y lo dañino es cuando son demasiados. Este proceso de oxidación celular ocurre todos los días y por ello entre otras cosas envejecemos. Y si el proceso es acelerado o en cadena podemos incluso enfermar. Los antioxidantes presentes en el organismo pueden ceder electrones a los radicales libres y así combatir sus efectos nocivos, el problema está cuando son insuficientes.
Para protegerse la célula de los ataques de radicales, elabora unas sustancias enzimáticas que degradan, neutralizan o desintoxican los radicales libres, son los antioxidantes: superóxido dismutasa, catalasa y
glutatión peroxidasa.
También existen otros antioxidantes como las vitaminas o los polifenoles del vino de Toro por ejemplo, que estabilizando esos radicales contribuyen a retardar o prevenir los efectos indeseables de ciertos procesos perjudiciales. Son capaces de oxidarse ellos por los radicales libres antes de que oxiden a las células.
Antioxidantes naturales:
El Limoneno: presente en la cascara de los cítricos. Reduce el riesgo de padecer infarto, hipertensión…
Las catequinas: se encuentra principalmente en el té verde. También en el vino.
Sulforafano: es el principal compuesto de la coliflor, el brócoli o las coles de Bruselas.
Resveratrol: se encuentra principalmente en la piel de las uvas, los arándanos, las frambuesas.
Licopeno: en tomates, Sandía y verduras y está considerado como uno de los más importantes.
Quercitina: protector hepático presente en el té verde, el mosto de uva y la cebolla.
Vitaminas: la C por ejemplo en frutas y verduras y la E en el aceite de soja o de oliva, en frutos secos.
Los minerales ayudan a proteger nuestras células del paso del tiempo.
Flavonoides: grupo químico de los polifenoles de gran acción protectora; al igual que las isoflavonas de la soja.
Conozcamos un poco mejor qué son los polifenoles del vino.
Para nosotros como enólogos, es una palabra muy usada porque este grupo químico es enorme y afecta al color del vino, a su astringencia (aspereza verdor…) al aroma o al amargor.
En la uva se encuentran principalmente en la piel y su cantidad depende de la variedad de uva o de la climatología de ese año.
Una buena exposición solar de la vid contribuye notablemente a la concentración de polifenoles en los granos de uva y una notable diferencia de temperaturas noche y día también, por eso en el vino de toro están tan presentes los polifenoles y los notaremos a primera vista en su bonito y profundo color. Su paso al vino dependerá mucho de su proceso de maceración y fermentación en bodega. Nosotros apostamos por una maceración donde extraemos polifenoles beneficiosos buscando vinos elegantes y equilibrados.
Capacidad antioxidante
Otros compuestos fenólicos como la catequina, la quercetina y el resveratrol son potentes antioxidantes con efectos terapéuticos ya demostrados. El alcohol en sí mismo puede tener algunos efectos protectores cuando se consume con mesura.
El resveratrol del vino tinto proviene del hollejo de las uvas utilizadas para hacer esa bebida. Debido a que el vino tinto se fermenta con los hollejos durante más tiempo que el vino blanco, contiene más resveratrol.
Según el estudio europeo: «Vino y enfermedades cardiovasculares» liderado por el hospital Clínic de Barcelona, el vino bebido con moderación ejerce un efecto protector sobre el sistema cardiovascular.
Veamos primero cuanto es una ingesta moderada de vino. Pues sería:
Una copa de vino para una mujer media. Una cerveza de 33c equivaldría al mismo alcohol.
Dos copas de vino para un hombre medio.
Una copa tambien para personas mayores de 65 años.
Teniendo esto claro veamos como actúan estos antioxidantes.
Su efecto junto con el alcohol presente en el vino consiste en su poder antiinflamatorio para contrarestar los efectos de la arteroesclerosis disminuyendo la adhesión de partículas que desestabilizan las paredes vasculares o disminuyendo un marcador como el fibrinógeno que en concentraciones altas puede dar lugar a coágulos y aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Conclusiones:
Conclusión de este estudio: que una ingesta moderada de vino hace que el colesterol llamado bueno sea mas alto previniendo lesiones arteriales y que la reducción de la agregación de plaquetas y del fibrinógeno actúa contra la formación de coágulos y por tanto contra la trombosis arterial.
No quiero terminar sin reseñar que beber demasiado alcohol aumenta el riesgo de lo siguiente:
- Enfermedades hepáticas y pancreáticas
- Insuficiencia cardíaca
- Presión arterial alta
- Ciertos tipos de cáncer
- Accidente cerebrovascular
- Accidentes, violencia y suicidio
- Aumento de peso y obesidad