12 Ago Senda del agua en La Rioja
La verdad es que no se necesita ninguna excusa para viajar a La Rioja, y nosotros decidimos volver el primer fin de semana sin estado de alarma. Escogimos naturaleza por aquello de que es más seguro estar al aire libre. Y nos hicimos “la senda del agua” en La Rioja, en Matute concretamente. Este pequeño pueblo está en dirección sur oeste desde Logroño, a 42 kms.
Naturaleza
En la página del ayuntamiento se indica la ruta desde la plaza, pero nosotros la empezamos desde un aparcamiento que hay señalizado antes de llegar al pueblo. También leímos que se tardaría una hora ida y vuelta; y no sé si por las fotos, los niños o el ritmo, el caso es que hora y media nos llevó bien agusto.
Salimos del aparcamiento y caminamos muy poco por una carretera o pista asfaltada para coger enseguida un camino de tierra.
La ruta se inicia con un poste y dos colores: blanco encima y rosa debajo, no se el rosa qué quiere decir. Estas señales son muy útiles porque a veces la dirección a tomar no está tan clara o hay que girar. La senda es muy chula y te parece como una selva porque es verdad que vas al lado del agua del riachuelo todo el rato, hay muchos helechos y también vegetación muy alta: sauces, fresnos, nogales; solo ves el camino y el cielo…
Os pongo el significado de las señales de senderismo por si hay alguien como yo que no tiene ni idea.
El final de la senda es una pequeña catarata de agua, también umbría la zona, como un barranco que es. Espero que las fotos que os pongo le hagan justicia.
CAM_LENT_RIO
Gastronomía
La vuelta se nos hizo muy amena también y deseando ir a comer.
Habíamos reservado en el Mesón Chuchi en Fuenmayor muy cerca de Logroño donde teníamos el Hotel. La comida nos gustó, con el vino no tuvimos suerte. Tenemos el listón muy alto :-). El precio, medio alto. La atención muy buena.
Decidimos quedarnos en Logroño porque, por lo menos yo, viví allí dos años mientras estudiaba Enología y quería “pisarla” de nuevo. Poco paseamos la verdad y ha cambiado mucho, pero las baldosas del suelo con racimos de uvas y hojas de parra no se me olvidan. Las calles céntricas y, por supuesto, la mítica calle Laurel ahí seguían con sus maravillosos bares de pinchos. Fuimos el domingo por el mediodía y no había mucha gente así que bien.
Ocio
Y digo que no paseamos mucho porque quedamos con mi amiga y casera durante los dos años de Logroño, Rocío, en el bar que regenta su compañero Darson, el emblemático Casablanca, una coctelería de categoría, vamos que pasamos la tarde…
Vídeo de Darson
Enoturismo
Por otra parte, no nos podíamos ir sin visitar una bodega y en esto tuvimos muchas dificultades, por lo menos en las de alrededor de Logroño, no estaban abiertas al enoturismo todavía; y la que nos contestó que sí fue Viña Ijalba en el mismo Logroño.
Actualmente Viña Ijalba dispone de más de 90 hectáreas de viñedo propio repartidos en varios términos de los alrededores de Logroño, San Vicente de la Sonsierra y Valle del Iregua.
Desde su origen, dicen ellos de sí mismos, han contribuido a la recuperación de variedades autóctonas minoritarias de La Rioja buscando una diferenciación basada en vinos singulares y de corte moderno. Su insignia: La ecología.
Compramos para catar en casa monovarietales de Maturana Blanca, Graciano, Tempranillo Blanca, Viura y Maturana tinta y un día si eso subiremos un post con sus catas.
Gracias a Juncal por sus explicaciones.
Ya solo me queda aprovechar para explicar porqué son útiles los rosales (vemos que los tienen plantados junto a las vides), por ejemplo, pero valdría casi cualquier otra planta, para detectar posibles plagas.
Parece ser que el hongo Oídio, por ejemplo, ataca más a los rosales y con síntomas mas tempranos e identificables que a las viñas. En Borgoña los monjes los ponían alrededor de sus viñedos, que estaban cerca del convento, y a parte de decorativo resultaba de aviso también.
Nos quedamos con las ganas de más la verdad, incluso de parar a la vuelta para visitar a los Muga pero se nos hacía tarde, una pena.
Hasta la próxima!!!