10 Ago Un buen descanso
En Solares, Cantabria, han vuelto a abrir en Julio de 2006 el antiguo balneario que tuvo su explendor a finales del siglo XIX. Llegué a él huyendo de un spa, también en Cantabria, que tenía unas instalaciones que dejaban mucho que desear. No era ésta mi primera idea porque quería algo más pequeño y en la playa; pero desde luego el hotel, el balneario, el restaurante, los exteriores, todo un diez. Su estilo es clásico y a priori quizás poco atractivo para gente joven pero para no fallar si lo que queremos es comer mejor que bien, un ambiente tranquilo, amplísima variedad de tratamientos, circuitos, posibilidades para los ninños en juegos y piscinas y buen trato, pues eso lo tenemos asegurado. Los exteriores son bosque y hay una capilla así que las celebraciones de bodas, nos dijeron, eran una de las principales actividades del hotel. Hay una zona interior de terrazas y piscina super agradable para el aperitivo o las noches de calor después de cenar. Está muy cerca de Santander y del parque de Cabárceno así que también podemos hacer alguna escapadita a la playa y a la montaña sin emplear mucho tiempo en desplazamientos y matar el gusanillo, por ejemplo, del mar.