12 Abr Enólogo Viajero
Esta semana ha sido una semana muy larga, una semana de 10 días.
He estado de viaje por Europa. Los enólogos cada vez tenemos que implicarnos más en el tema comercial.
Después de diez días viajando solo por Europa, entiendo mejor que para dedicarse profesionalmente a comercial hay que valer para ello y llevarlo dentro. Es duro y se hace largo estar tanto tiempo solo de un sitio para otro, hablando y visitando a muchos clientes. Aunque estás con mucha gente, al final siempre estás solo, cada día con la maleta a cuestas, durmiendo en un hotel diferente.
La verdad que una visita del enólogo ayuda mucho a los clientes a entender el porqué del vino, explicar la zona y la filosofía de la bodega pues es quien mejor lo trasmite, y quizás por ello vale la pena. Es una gran recompensa.
He estado 3 días en una feria internacional de vino. Había más de 5.000 bodegas presentes, y todos convencidos de que su vino es el mejor del mundo. Cuando ves toda esa cantidad de bodegas, y calculad una media de 5 vinos por bodega, podéis imaginar la alegría que nos entra cuando alguien pide tu vino en un bar o un restaurante. Y ya cuando encima dice que le gusta, la sensación de placer y satisfacción es enorme.
Después he estado con uno de los importadores de nuestros vinos. El primer día dándole una cata y presentación de la bodega a todo su equipo comercial. De esta manera conocen mejor los productos que venden y van con más seguridad a la calle.
El resto de los días visitando clientes, cada día con uno de los comerciales. La verdad que visitar clientes es una labor dura, de mucha paciencia y psicología, pues nunca sabes como te los vas a encontrar , y además cada cliente es de una manera y hay que tratarlos de forma diferente, vamos, que los comerciales son unas máquinas, menuda labor dura de verdad. Lo que sí es verdad es que al final del día llegas muy cansado al hotel, entre tanto hablar, pues tiene poco tiempo y hay que aprovecharlo al máximo, la tensión de hacerlo bien, la cantidad de kilómetros y horas en el coche, caes rendido al final del día.
El último día lo pasé en una miniferia que organizaba un distribuidor, hablando con consumidores, dándole a catar nuestro vino y explicándole todo sobre la bodega, filosofía de trabajo, etc…..
Y por fin llegó el mejor día de todos, cuando buscas donde habías guardado el billete de avión y de vuelta a casa con los niños, bendita rutina, al menos los dos primeros días en casa después de un viaje tan largo.