17 Nov “Los vinos de Jerez nos piden a gritos libertad”
Esta frase de Pepe Ferrer, es toda una declaración de intenciones. Además es el mejor título posible para este post dedicado a once productos gastronómicos de la provincia de Cádiz y cinco impecables vinos de Jerez y Manzanilla – Sanlúcar de Barrameda:
Manzanilla La Goya de Delgado Zuelta
Amontillado Ovidado de Sánchez Romate
Oloroso Antique de Fernando de Castilla
Cream Canasta de Williams & Humbert
Se ha celebrado la 7ª edición de la Sherry week
https://www.youtube.com/watch?v=-9JcIOPo0rs
La más atípica de cuantas se han organizado (eso creo) por razonas obvias. Pero nada ha frenado las ganas de miles enófilos, que han podido disfrutar de 1.135 eventos organizados en más de 30 países, generando una actividad impresionante en torno a unos vinos únicos. Unos vinos, no te olvides, con más de 3000 años de historia.
En nuestro caso, en El Ermitaño, la situación ha impedido que lleváramos a cabo los 6 eventos presenciales que convocamos cada año para la Sherry Week. Sin embargo, hemos podido disfrutar de “La Sacristía”, que es nuestra carta de vinos de Jerez-Manzanilla de Sanlúcar, con 100 referencias por copas, para el uso y el disfrute de nuestros clientes y #sherrylovers. Y “Avisar al Sumiller”, una opción de maridaje o armonía (como más te guste) con vinos de El Marco, para todos nuestros menús degustación.
Pero he de reconocer que esta edición la he disfrutado muchísimo. Sintiéndola con más fuerza, más cercana, más global…y por qué no, más emocionante.
Creo que este nuevo formato, para muchos de los eventos en streaming ha venido para quedarse. Porque sin duda todos nos hemos beneficiado, ya que ha sido un verdadero lujo poder tener a Pitu Roca, Paula Menéndez, Antonio Flores, Paola Medina, o a Ismael Álvarez, entre otros muchos, en el salón de tu casa, dándote pistas para sacar más provecho a cada copa.
Dinner Party online
Pero para mí, el evento por excelencia de esta edición llegó desde la coqueta Bodega de San Ginés, en el corazón de la atractiva ciudad de Jerez. Una fantástica cena maridaje, que la diputación de Cádiz y el Consejo Regulador hicieron posible que nos llegase a casa todo lo necesario para el disfrute (solo les faltó poner la mesa). La cena contó con cuatro anfitriones de muchos quilates: Pepe Ferrer, con esa capacidad única de hacer que los demás aprendan disfrutando. Paula Menéndez, impecable como siempre, manejando las palabras con rigor y allanando el camino hacia la fácil comprensión de unos vinos mágicos. Javier Benítez, nacido en una bota (creo), con un arte, un humor (vital en estos tiempos) y un conocimiento innato, que además cuenta muy bien lo que come y bebe. Y Pepe Monforte que argumentaba con técnica “ligera” y oportuna cada armonía.
Sin ánimo de poneros los implantes largos…. Deciros que ventilamos con mucho tiento: tres quesos de El Bucarito, “quesería-Chateau”, de leche cruda de Cabra (raza Florida) los tres. El primero en meterle el cuchillo fue el curado con manteca, al que le arrimamos la manzanilla, y la verdad, el placer fue inmediato. El vino devolvía al paladar el sabor del queso…Brutal!!. Pero el señor Ferrer y su incansable búsqueda de sensaciones, sugirió probarlo con el Amontillado, y descubrimos como el vino revolucionaba al queso, sacándole otra sabrosa personalidad.
Más tarde cayeron el azul que nos dejó locos y un curado con pimentón, al que acompañamos con tres estilos diferentes, con el siguiente matrimonial resultado:
1/ Oloroso – “recién casados” .Energía.
2/ Amontillado – “matrimonio de conveniencia” .Se llevan bien, nada más.
3/ Cream – “hasta que la muerte los separe” La perfección.
Seguimos con un pesto de Algas, de Suralgas, con el fino cerca, y que según Paula, y muy acertada, la armonía era “beber mar y comer mar”. O “como una ola” dice Benítez, una ola que es sujetada por la otra opción del maridaje, el amontillado, capaz de hacer que los frutos secos de la receta se vengan arriba.
Maravillosa provincia de Cádiz
El pase siguió con dos productazos de Gadira: una mojama de atún rojo de almadraba extraordinaria, rozando la perfección con el amontillado. Y una conserva de solomillo de atún rojo de almadraba en AO delicioso, que encontró con el Fino la comodidad absoluta.
Entre bocado y sorbo había mucho que escuchar y aprender, pero Pepe Monforte además ejerció de perfecto apuntador, argumentando con mucho conocimiento cada producto. Y entre tantos datos, dejó una frase que cayó en mi memoria, justo en el apartado de <pendientes>, “el mejor arroz con conejo, en Paterna”. Ya tengo otra razón, o excusa que me dirían en casa, para volver a la provincia de Cádiz.
A estas alturas de la cena y con los niveles de emoción disparándose, llegó el momento de conocer las Tagarninas, en este caso de Cantizano salsas y conservas, ese vegetal silvestre (https://cadiz.cosasdecome.es/bienvenidos-al-reino-tagarnina/) y amargoso que guiña el ojo a los amontillados de manera descarada. Una brutalidad. Creo que es una de las alianzas más perfectas de cuantas he disfrutado jamás. El Amontillado Olvidado modificaba, para bien, de manera increíble el sabor de esta receta de tagarninas y despertó de forma deliciosa el picante, manteniéndolo en un equilibrio perfecto.
Dos bocados más, antes de llegar al postre. El choco con pan frito de conservas marineras Senra, un guiso marinero en toda regla, al que parece que la versatilidad de los vinos de Jerez le gustan. En este plato aterrizaba también cómodamente el Amontillado, con pista suficiente para engrandecer al guiso, que como bien dice Javier Benítez “el amontillado es el yerno perfecto”. Aunque he de reconocer que la manzanilla le caía genial, sobre todo porque despertaba al pan frito. Una conserva que no lo parece, es como si tu tía la de Sanlúcar te diese un tupper en tu visita. Sinceramente está muy muy lograda.
Seguimos los maridajes con vinos de jerez
Y los Chicharrones, que no podían faltar a la cita, de la mano de Sabores de Paterna, encontrando rápidamente pareja de baile con el Oloroso, que según acariciaba el sabor del chicharrón los parpados caían y colgaban el cartel de <Cerrado por Placer>. ¡Pero habló Ferrer!, y dijo: “probadlo con el cream Canasta” y aquello se convirtió en un maravilloso viaje.
Antes de pasar al postre, y mientras desbarasan la mesa y pasan el desmigador, deciros que nos acompañaron durante toda la velada unas regañás y unos picos de Sidonia Panes y Picos, que son de primerísima división. Como panadicto que soy (mi nombre me ha condenado a ello) tenia que destacar esta delicia.
Y para cerrar, un dulce artesanal de origen árabe, que nos aproxima a días de zambomba y espumillón, El Alfajor de Medina Sidonia, de Aromas de Medina. Sabroso, aromático, texturizado…..un “regalo” hecho con almendra, miel, avena y especias de la campiña. Y tres caminos para la armonía: a los menos golosos Amontillado, que siempre suma. O el Oloroso, aprovechando su glicerina para hacer que canten por burlerías la miel y las especias. Y para los más golosos: el Cream, que convierte el maridaje en una verbena de verano.
Y este es el relato de una cena inolvidable, que acercó en la distancia la grandeza enogastronómica de Cádiz. Pero lo mejor de todo es que aún nos queda mucho más por descubrir y disfrutar de esta maravillosa tierra. ¡¡Vete a Cadiz, pero ya!!
Un redoble de gracias para Pepe Ferrer y FIN.
MarceVino